El tener un hijo con problemas de alcoholismo y adicciones puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier familia.
Hay mucho escrito acerca de las causas del alcoholismo y las adicciones en niños y adolescentes. Pueden ser:
- Herencia genética.
- Enfermedad física.
- Desorden mental.
- Mal manejo de emociones.
- Conducta adquirida.
- Falta de fuerza de voluntad, entre otras.
Sea cual sea el origen, es un problema que atañe a toda la familia y que causa severos estragos emocionales, físicos y de relación.
En este artículo describiré algunas razones por las que un adolescente justifica su consumo de alcohol y otras drogas, así como las maneras efectivas y las no efectivas de abordar este problema.
Factores que influyen en el consumo de alcohol en adolescentes.
En esta etapa de su vida, el adolescente está configurando su identidad. Tiende a buscar justificaciones fáciles cómo:
- “Todos lo hacen” (piensa hay que beber y drogarse para ser popular y para ser alguien importante)
- “Me hace sentir muy bien”
- “No pensé que pudiera ser un problema para mí, porque los adultos en mi casa lo hacen”
- Hay modelos a seguir que ven en el cine, o en el ambiente de la música, televisión.
Es por todo ésto que el adolescente requiere de adultos conscientes de que el uso y el abuso son actividades que él adopta voluntariamente y que muchas veces esta elección puede terminar en una adicción.
Prevención
El prevenir este problema no es solamente prohibirle que lo haga sino generar una consciencia de autocuidado en los diferentes ámbitos: físico, emocional, mental y espiritual.
Puntos importantes que los padres deben tomar en cuenta para prevenir este problema:
- Saber identificar las características de quienes abusan del alcohol y otras drogas. Esta información es vital.
- Hablar con su hijo acerca de las drogas y de su influencia desde edades tempranas. No con la idea de asustarlo, sino de comunicarle cuál es la realidad sobre el tema.
- Proporcionar información fidedigna, lógica y razonable. (Ej. Consecuencias negativas: físicas, psicológicas, mentales, académicas, relaciones familiares, deportes, conducir, sexualidad). Escuchar qué sabe y qué piensa acerca de esta información.
- Planear juntos como decir NO a las drogas. Recuerda, planear no significa ni regañar ni imponer.
- Aplicar la regla de no consumo a menores de edad. En caso de que esta regla sea transgredida, cumplir con las sanciones, las cuales serán extraídas de una lista de deseos que pueda tener el adolescente, los cuales incluyen objetos materiales y permisos. Estás sanciones deben ser verificables. Lo cual requiere de padres presentes. Los deseos no tienen que ver con las necesidades que tiene el adolescente de comprensión, tiempo, cercanía, amor, atención, aprecio y afecto. Éstas no se castigan. En caso de que los padres no puedan aplicar las sanciones, por miedo a lo desconocido, por miedo a las reacciones del hijo, por estar muy ocupados, por el que dirán, etc. Buscar ayuda.
- Ser un ejemplo de vida congruente. Lo más importante y a veces más difícil de lograr.
Lo que no se debe de hacer como padre:
- Ser permisivo (permitir que consuman en casa, disculpar conductas inadecuadas, quitarle responsabilidades, solucionarle problemas académicos o sociales. )
- Asumir que: “Es porque es adolescente”. Embriagarse nunca es legal, ni apropiado, ni responsable.
- Negar o minimizar el problema.
- Intentar atemorizarlos. Ej. “Te vas a morir de sobredosis”. Lo viven como exageración.
- Evitar amenazas. Ej. “Si te descubro consumiendo no vuelves a salir de la casa”.
- No sobornar. Ej. “Si no consumes, te doy……”.
- Chantajear para causar culpa.
- Reñir entre los padres por esta situación.
El saber reaccionar adecuadamente ante el consumo que lleguen a tener los adolescentes de alcohol y drogas es de vital importancia para prevenir y tratar el asunto. Como padres, podemos no saber cómo reaccionar ante una situación tan compleja; nuestra responsabilidad está en buscar ayuda profesional que nos guíe y apoye.
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Sobre Susana Méndez
Psicóloga y Licenciada en Educación Preescolar. Lleva 20 años como docente en el Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt impartiendo la Especialidad en Niños y Adolescentes. 30 años de trabajo clínico trabajando especialmente con niños y adolescentes. Para perfeccionar este trabajo en el consultorio tiene la Especialidad en Adicciones y la Especialidad en Tanatología.